TIENDA RIPLEY | VITRINA - MIRAFLORES
Si bien es cierto, los escaparates son un medio entre el consumidor y la tienda, éstas ofrecen un impacto agradable, también ofrecen un estilo de vida, una personalidad de marca, un extracto de la vida del cliente que parte de su psicología y la forma de ver el mundo para él.
Si bien es cierto, los escaparates son un medio entre el consumidor y la tienda, éstas ofrecen un impacto agradable, también ofrecen un estilo de vida, una personalidad de marca, un extracto de la vida del cliente que parte de su psicología y la forma de ver el mundo para él.
Es por eso que las grandes marcas ofrecen una expectativa en la víspera del armado de sus vitrinas, ya que reflejan el mundo de la marca o lo que en cierta forma la mayoría de personas aspira o se proyecta. Todo es imagen, desde la forma y posición de los maniquíes, la tenida, el rotulo y la tipografía, las gráficas, etc. Todo se relaciona para darnos un pedacito de mundo que resulta apetecible para nuestro ego.
No invertir en una vitrina, teniendo el espacio para hacerlo es algo ilógico, ya que, además de ser un medio publicitario no tradicional, ofrece fidelización de la marca y cierto posicionamiento que en términos de marketing se denominan clientes, es decir, más venta para la tienda.
Una vitrina no vende rutina, ofrece rareza, algo fuera de lo común con la intención de llamar tu atención y decirte: " Hey, tengo este producto para ti". Apela a lo emocional y subconsciente para ellos se ayuda de los elementos decorativos apropiados para la temática y en conjunto dar la imagen o concepto planteado.
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